Tales, considera el agua
como primer principio. Por esto llega hasta pretender, que la tierra
descansa en el agua; y se vio probablemente conducido a esta idea,
porque observaba que la humedad alimenta todas las cosas, que lo
caliente mismo procede de ella, y que todo animal vive de la humedad;
y aquello de donde viene todo, es claro, que es el principio de todas
las cosas. Otra observación le condujo también a esta opinión. Las
semillas de todas las cosas son húmedas por naturaleza; y el agua es
el principio de las cosas húmedas.
Quizás a partir de esto,
por la negativa se comprenda la muerte como aquello que; seco
(infinitamente seco) partido, pálido, que no se resbala sino que se
extiende y pliega sobre plaquetas firmes, intactas. La sequedad de la muerte bien
irreproducible, divisible en contraste a la vida reproducible y
multiplicable, se eleva sobre las montañas que están más atrás,
más allá las mas altas inalcanzables y robustas que se asoman
tímidas pero peligrosamente seductoras a ojos de los ambiciosos.
Ni una pizca de agua ni de humedad, el
calor no tiene intensidad, es aburridamente constante, sin nada, la
nada seca desganada anestesiada. Para siempre.
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