viernes, 4 de julio de 2008

Intentando explicar de que se trata la caída. Hoy percibo esa realidad y de esa realidad aceptada. No tengo más nervios continuos ni ansiedad de palabras que resultan tan airosas. Y las metáforas como conjunto de palabras que no se parecen a nada ni a nadie, puras pavadas, otra vez la anestesia, esa enfermedad crónica la que no sabemos que padecemos. No hay ni un rastro de locuras solo anécdotas. Romanticismo aplastado por no saber llegar a la cumbre sostenida. No logro quedarme en esa nota. Es cierto que luego baja a lo más grave para cerrar la obra. Y ahí se instala, hasta que la volvemos a escuchar, nos gusta, la oímos entera, se siente la armonía y no la queremos cambiar. Y a pesar de todo, la musa sobrevive, se recicla, ubica sobresaltos a su alrededor y claro que es amor. Ninguna otra cosa podría suceder.

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