miércoles, 13 de junio de 2007

Las relaciones/asociaciones directas encuentran el fin en esas complejas de aspecto incausante indecisiones. Quien sino yo las trajo al borde de la conciencia! Sin superación, las indecisiones nadan en un mar de dialécticas salvajes que parecen gruñirse los dientes entre si. Incompatibles no pueden desenredar las dudas cruzadas. El haber preguntado, solo introduce la posibilidad en nuestras tierras. En tu tan descifrable mundo en exposición, y en mi tan irreconocible gesto.

Nadie ha reinterpretado tanto esos detalles. Por haberte congelado en el tiempo será lo de tus sinfines de miradas…

Distraída con la indecisión en el centro, camino siguiendo la línea de las baldosas, miro hacia arriba cada tanto. Pero esos ojos infinitos? Un semáforo que se enciende y se apaga, reacciones lentas, faltan muchas cuadras. Y todo lo que no se dijo?

Y más personas nubladas, ni siquiera percibir los cuerpos que pasan, un cartel de prohibido estacionar y un rojo fuerte, letras que aparecen solas. Y el conjunto de sonrisas? Los brazos molestos que no se acomodan bien (ni siquiera en los bolsillos), el cordón, la suela mojada, el recuerdo de la vieja ciudad Y esas contradicciones? El eco como plegaria de no mostrarte el miedo. Un poco de verde, algunos árboles que quedaron ahí y el aire más fluido. Por momentos mirando el movimiento de mis pies, por momentos buscando otras caras que no están. A punto de disolverse la indecisión en la pérdida de concentración vuelve más fuerte que nunca, molesta, atonta, pesa. Ahora escucho el ruido de autos más rápidos, camino, digo algo que se que no voy a recordar. Peca la mente de conformidad. Sin llegar. No llega, camino.

2 comentarios:

los dinosaurios ya tuvieron su oportunidad dijo...

petacular petalo

Anónimo dijo...

Muy lindo muy loco y sobre todo parte de mi realidad